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18/04/2025
Wilson Ruiz, un preso de 27 años que cumplía condena por robo en el penal de Villa Urquiza, murió ayer a la madrugada en el hospital Padilla. Aunque el informe oficial indica que falleció por meningitis, su familia denuncia que fue asesinado a golpes y que no se cumplieron las medidas de protección dispuestas por la Justicia tras denunciar una golpiza dentro del penal. La Justicia ahora investiga el caso por posibles apremios ilegales y torturas.
Según contó su hermana, Katherin Ruiz, Wilson había enviado un audio a su familia días antes diciendo: “Me quieren matar, me quieren matar. Me prometieron que del domingo no iba a pasar”. La familia afirma que el conflicto comenzó cuando a Wilson le robaron el celular que ellos le habían llevado, y que luego de discutir con otros internos, fue golpeado. La primera agresión habría ocurrido el miércoles pasado.
Al tomar conocimiento, el abogado de la familia, Roberto Armando Sadir, presentó un hábeas corpus para pedir medidas de protección. El juez de Ejecución Gonzalo Ortega ordenó al Servicio Penitenciario que informara sobre su estado de salud y lo protegiera. Sin embargo, según la familia, Ruiz fue trasladado a la Unidad 2, considerada la más peligrosa del penal, donde continuaron las agresiones.
“El domingo, los internos y sus familiares empezaron a gritar para que lo atendieran porque sabían que estaba muy mal”, relató su hermana. Ruiz fue llevado primero al hospital Avellaneda, donde dijeron que tenía lesiones por un supuesto síndrome de abstinencia, pero sus compañeros aseguraron que estaba ensangrentado. Luego fue trasladado al hospital Padilla, donde falleció. La historia clínica mencionaba múltiples lesiones internas, pero no fiebre, y finalmente se informó que murió por meningitis.
El juez Ortega ordenó nuevas medidas para esclarecer lo sucedido, incluyendo un nuevo informe forense y el secuestro de las historias clínicas. Además, pidió que el Ministerio Público Fiscal investigue posibles responsabilidades del personal del penal por apremios ilegales y torturas. La familia también denunció que los guardiacárceles están presionándolos para que firmen la entrega del cuerpo sin que se le realice una autopsia. “No vamos a firmar nada hasta que intervenga la Justicia”, afirmó la hermana.
Fuente: Gustavo Rodríguez para La Gaceta