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23/04/2025
Diego Alejandro Vega, un guardia de seguridad de 32 años, fue encontrado sin vida cerca de las 6 de la mañana en la entrada del campus de la Universidad San Pablo-T, en Tucumán. Según las primeras pericias y el análisis de las cámaras de seguridad, se investiga si su muerte fue un accidente mientras manipulaba su escopeta de trabajo.
Un llamado anónimo alertó a la policía sobre el cuerpo de un joven tendido frente a la universidad. Al llegar al lugar, los efectivos de la comisaría de San Pablo confirmaron la situación y hallaron a Vega con una herida de arma de fuego en el pecho. A su lado estaban su escopeta, la moto que usaba para trasladarse y sus pertenencias. Desde la universidad informaron que no hubo ningún intento de robo.
La División de Homicidios, a cargo de los comisarios Miguel Carabajal, Juana Estequiño, Susana Monteros y Marcos Goane, no encontró pruebas que indiquen que Vega fue atacado por delincuentes. Los vecinos solo escucharon un disparo y no detectaron ruidos de vehículos escapando del lugar.
Aunque las imágenes de la cámara de seguridad no tienen buena calidad, solo se observa la figura de una persona, sin poder confirmar si se trata del mismo Vega.
El fiscal Pedro Gallo, junto con peritos del Equipo Científico Fiscal y de la Policía, analizó la escena y recolectó indicios que apuntan a una muerte accidental. Se cree que el guardia pudo haber estado manipulando su arma y que el disparo se habría producido sin intención. Otra posibilidad es que se haya quedado dormido y apretado el gatillo por accidente. Los resultados de la autopsia serán clave para confirmar qué fue lo que realmente pasó.