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Justicia

07/03/2025

Muerte en el Parque Guillermina: el juez no le hizo lugar a un polémico planteo de la fiscalía

El juez Bernardo L’Erario Babot decidió otorgar la libertad bajo normas de conducta al guardiacárcel Lucas Eduardo Gaitán Soraire, acusado de homicidio y tentativa de homicidio tras un violento episodio en el Parque Guillermina. La fiscalía había solicitado que permaneciera bajo arresto domiciliario, pero el magistrado rechazó el pedido. El caso sigue abierto y se investigará si debe enfrentar un juicio oral o si es exonerado de los cargos.

El hecho ocurrió el martes pasado a las 7 de la mañana en la calle San Martín al 3.800. Según la fiscalía, tres jóvenes en moto asaltaron al sacerdote José Abuín y le robaron su bicicleta. Aunque no exhibieron un arma, uno de ellos hizo un gesto amenazante. Gaitán Soraire, que estaba en una vivienda cercana, vio la escena, tomó su moto y persiguió a los sospechosos, identificándose como policía. Los ladrones abandonaron la bicicleta y huyeron, momento en el que el guardiacárcel disparó al menos dos veces con un arma que, según la fiscalía, portaba sin autorización.

Uno de los disparos impactó en Nelson Lautaro Pérez, de 20 años, quien murió minutos después, mientras que otro hirió a un adolescente de 15 años, identificado como V.I.M., quien logró escapar y fue internado en el Hospital Padilla.

Durante la audiencia, el fiscal Miguel Fernández argumentó que Gaitán Soraire actuó con un uso excesivo de la fuerza, ya que los ladrones estaban huyendo y no representaban una amenaza directa. “No hay pruebas de que los sospechosos hayan usado un arma ni que lo apuntaran. No había justificación para usar la fuerza letal”, sostuvo.

La defensa, encabezada por el abogado Javier Lobo Aragón, rechazó la acusación y defendió la reacción del imputado. “Mi cliente actuó como cualquier miembro de la Fuerza de Seguridad lo haría en un caso así. Está siendo castigado por hacer lo correcto”, afirmó.

El propio Gaitán Soraire declaró en la audiencia y aseguró que nunca quiso matar a nadie. “Fui instruido para servir y proteger. Si hubiera visto que uno de ellos se desplomaba, también le habría prestado asistencia”, dijo.

Pese a que la fiscalía pedía cuatro meses de arresto domiciliario para evitar riesgos en la investigación, el juez L’Erario Babot rechazó el planteo y le otorgó la libertad bajo normas de conducta.

Los abogados de las familias de Pérez y V.I.M., así como la defensora de Niñez, Luz Corbalán, habían solicitado que el imputado cumpliera prisión preventiva, argumentando que podía influir en los testigos o fugarse. Sin embargo, el juez tampoco hizo lugar a ese pedido.

El caso ha generado un fuerte debate sobre el rol de las fuerzas de seguridad y el uso de la violencia en situaciones de inseguridad. Mientras algunos defienden la acción de Gaitán Soraire como un acto de protección, otros advierten sobre el peligro de que agentes actúen sin cumplir con la legalidad. La Justicia deberá determinar en los próximos meses si el guardiacárcel será juzgado o si quedará libre de culpa.