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10/03/2025
El crimen de Nelson Lautaro Pérez, un joven de 20 años, ocurrido el 4 de marzo en el parque Guillermina, sigue generando debate en la justicia tucumana. El guardiacárcel Lucas Eduardo Gaitán Soraire, de 30 años, fue liberado tras haberle disparado a Pérez y a un adolescente de 15 años luego de un robo. Sin embargo, la investigación continúa, ya que hay dudas sobre la cantidad de disparos y el accionar del imputado.
Ese día, tres jóvenes en moto asaltaron al sacerdote José Abuín en la calle San Martín al 3.800, lo tiraron al suelo y le robaron su bicicleta. Gaitán Soraire, al ver la escena, se identificó como policía y persiguió a los ladrones hasta la intersección de Félix de Olazábal y San Martín. Allí disparó con un arma no autorizada, causando la muerte de Pérez e hiriendo al adolescente. Los jóvenes siguieron huyendo, pero Pérez cayó gravemente herido en Rufino Cossio y Crisóstomo Álvarez, mientras sus compañeros escapaban.
Un testigo clave, Benjamín Jeremías García Jiménez, de 18 años, declaró que él y sus amigos habían salido a “laburar”, término que usaban para referirse a robar. También contó que tras los disparos se rieron de la situación hasta que Pérez se dio cuenta de que estaba herido. Sin embargo, la defensa cuestionó esta declaración porque el joven no tenía abogado cuando la dio.
Uno de los puntos más debatidos es la cantidad de disparos. Gaitán dijo haber disparado una vez, pero testigos mencionaron al menos tres detonaciones. La policía encontró una vaina servida de 9 mm, pero no halló otra, lo que deja abierta la posibilidad de que alguien más haya disparado. También se cuestiona por qué Gaitán no avisó a las autoridades después del hecho. Su defensa argumenta que no supo que había herido a los jóvenes, mientras que la querella sostiene que actuó como un justiciero fuera de la ley.
Durante la audiencia, la defensa de Gaitán presentó fotos de redes sociales donde los amigos de Pérez lo recordaban mencionando sus robos, y otra imagen donde el joven aparecía con un arma. La querella, representada por Manuel Pedernera, criticó esto, afirmando que se intentaba justificar el accionar del guardiacárcel y criminalizar a la víctima.
El sacerdote Abuín confirmó que fue asaltado y que uno de los jóvenes hizo un gesto como si tuviera un arma. También dijo que Gaitán se presentó como policía federal, lo que la fiscalía considera un intento de encubrimiento. Sin embargo, el imputado negó esto y aseguró que solo intentó ayudar al sacerdote.